viernes, 16 de julio de 2010

Bolivia

El viento sopla en mi ventana y me recuerda al mar… Es curioso como los conceptos cambian cuando te desplazas de un lugar a otro.

Siempre había pensado que España era un país caluroso y desde que estoy en Bolivia el frío ha adquirido otro significado para mí… El invierno de aquí es nuestro otoño de allí y parece ser que en el imaginario boliviano España es un país muy frío…

Me sorprende descubrir que la gente no sabe cuando empieza el otoño porque para ellxs no existe el otoño!!! Me gusta compartir el rito a Choá (o algo así) porque nos hayan concedido un proyecto importante. Me encanta descubrir que hay gente que te lo da todo sin, esta vez sí, esperar nada a cambio.

Poco a poco descubro La Paz y su idiosincrasia. Crisol de culturas y de gentes. Me fascina ir conociendo y a la vez me resulta extraño… Hoy La Paz se viste de fiesta porque hace 201 años que se liberaron de la opresión española. Avergonzada de historias pasadas encuentro el paralelismo en la mujer indígena que cuida el departamento y con servidumbre dice: “Buenos días, señorita ¿quiere que le sirva algo?”. Muchas cosas han de cambiar todavía…


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